Inmerso en la naturaleza
caminaba, no iba a ninguna parte,
despacio, con ritmo, sin pereza.
Se habían escondido, los colores
permanecían agazapados
tras la blancura y su dureza.
Caminaba, profanando
sin contacto con su piel
la inmaculada belleza.
Caminaba, con el horizonte
borrado, sin meta,
sumergido y aislado
en la fría naturaleza.
Carmina Zamora. 18-10-2010
lunes, 18 de octubre de 2010
Deambulando
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario