jueves, 18 de octubre de 2012

Taller de Crítica literaria Noviembre 2012




El pasado 5 de noviembre tuvimos la segunda sesión de este curso de comentario de libros. En esta ocasión tocaba Mala gente que camina de Benjamín Prado.

La sesión se abrió con la lectura de un poema del propio autor, a cargo de Jose Manuel, a lo que siguió una breve propuesta de pautas generales sobre el funcionamiento del taller, con el fin de sacarle el máximo provecho y la máxima participación, de la que se encargó Mari Jose, a la vez que ejerció de moderadora del coloquio.

Ya entrando en el autor, el que suscribe (Santos), hizo una breve semblanza del autor, Y Petra Jesús, describió la estructura, también brevemente, de la obra a comentar. Así es que la mayor parte del tiempo quedó para la participación de los y de las asistentes, y hay que decir que fue amplia y diversa. Amplia porque muy pocas personas se quedaron sin manifestar alguna opinión. Y diversa porque, en esta ocasión, así lo ha querido el autor, tanto por el contenido como por el estilo literario, el lector se siente permanentemente interpelado.

Ya el tema en sí mismo es fuerte: el robo de niños a las presas republicanas durante y en los primeros años de la post guerra, en relación con el psiquiatra Vallejo-Nájera, jefe de los Servicios Psiquiatricos Militares, que está convencido de que los marxistas son débiles mentales y de que “hay que separar el trigo de la paja” y pone en marcha monstruosos planes con el mismo método que emplearon los nazis (Amplia documentación por Gitta Sereny en The Case of Mary Bell,1972, en el que no sólo da cuenta de 200.000 niños polacos robados por los nazis, sino que analiza también sus consecuencias).

Pero, en contrapeso, la tragedia está narrada en un estilo en el que se mezcla la ficción con la realidad. Y el personaje principal de la ficción es cualquier cosa menos plano: Riguroso investigador de literatura, especialista en Carmen Laforet, por lo que es invitado a conferencias en Universidades de EE.UU., personalmente tiene una vida complicada en el pasado el presente y el futuro, y expresa su situación al lector sin cortarse lo más mínimo en sus impresiones y opiniones, sobre todo en poner a parir a los profesores, a los alumnos y a sus padres, a la mínima ocasión, del Instituto en el que es Jefe de Estudios, aunque de mala gana, porque su pasión es la literatura. Pero su curiosidad y honestidad investigadora le lleva un buen día a adentrarse por unos vericuetos no previstos en su trabajo de investigación sobre Carmen Laforet. Ahí comenzará a destaparse la historia de los niños robados antes comentada y las implicaciones ideológicas de muchos intelectuales que alimentaron o justificaron la ideología que llevó a la guerra y a su posterior represión de los vencidos.

Paralelamente nuestro protagonista, en su vida personal, se reencuentra con su ex-mujer, que acaba de salir de la tiranía de la droga, justo en el momento en el que se ha enamorado de otra que había surgido con ocasión del giro que dio su investigación historico-literaria.

Como decíamos, se dio un coloquio rico en diversidad: A bastantes participantes les interesó y les impresionó el tema como tal, que aunque conocido, gracias al estilo directo del autor (en numerosas ocasiones, el protagonista provoca, pregunta, o hace cómplice al lector), manifestaban que les había llegado más. A otros les había encantado la relación del protagonista con su madre, a otras personas la relación con su mujer, a bastantes la intriga como tal de cómo se van realizando los descubrimientos. A la mayoría una serie de aforismos y sentencias (de las que Petra Jesús leyó un breve extracto) que el autor pone en boca del protagonista, que expresan una filosofía de la vida. Distinta, desde luego, a la de esa Mala gente que camina..”.y va apestando la tierra” (en el verso completo de Antonio Machado que inspiran al autor el título de este libro).

Santos 22/11/2012

La próxima sesión del taller tendrá lugar el 3 de diciembre, para comentar la novela del reciente Premio Nóbel de Literatura, Vargas Llosa, precisamente con la novela que le dio fama mundial y que fue publicada hace justamente medio siglo: La ciudad y los perros. Con este libro iniciaba su autor el ciclo del llamado boom de escritores latinoamericanos, y un estilo narrativo denominado realismo mágico.