jueves, 1 de abril de 2010

El Lyceum Club de Madrid

El Lyceum fue un club de mujeres cuyos fines fueron, entre otros, programar actividades culturales, organizar charlas literarias y la reivindicación de que las mujeres tuvieran más participación social y política.

En 1925 Carmen Baroja y su cuñada, Carmen Monné, viajaron a Londres y se hospedaron en el Lyceum Club que se había fundado hacía unos veinte años. A su regreso tuvieron la idea, que ya tenían de antiguo, de formar un club femenino.

Al volver a España, organizaron el club con una estructura parecida de los de Londres y, en la casa de las siete chimeneas, arrancaron los encuentros de mujeres. Estas mujeres eran cultas, algunas de ellas universitarias. No querían quedarse arrinconadas en la casa, deseaban participar en la vida política en iguales condiciones que los hombres. Sabían que, en ocasiones, los tendrían enfrente, ya que socialmente no estaba ni bien visto y, apenas admitido, que las féminas hicieran otro trabajo que no fuera el doméstico. Algunos de los hombres de la República reconocieron que el Club había reunido a mujeres que tenían una cultura, un valor y una ética moral y de trabajo superiores a cualquier otra entidad en la capital. Hubo que salvar obstáculos y, se pusieron a ello.

Este grupo femenino, además de ser inteligentes, acertaron a unir las valías individuales dándole un potencial al colectivo que, en raras ocasiones sucede.
Formaron una entidad con tal calado, que los derechos que, estaban convencidas, debían disfrutar, como el ser candidatas elegibles y, tener derecho al voto, lograron que saliera a la luz pública, se debatiera y, alcanzar lo que se proponían. Ambas cosas lo consiguieron.

En 1933 ganó la derecha de Gil Robles, no salió elegida ninguna mujer y, esta batalla se eclipsó. Hubo guerra y la cruel posguerra.

Carmen Martin Gaite, escritora que vivió los años de la dictadura, reivindicó al grupo de mujeres que fundó el Lyceum por la semilla que dejaron. Con este recuerdo y conocimiento de sus antepasadas deseaba rendirles un homenaje y dar impulso a la reclamación de todo tipo de derechos que en esa época se negaban de manera tajante.

María de Maeztu, Maria Goyri, Carmen Baroja, María Lejárraga, Victoria Kent, Ernestina de Champourci, Clara Campoamor, Carmen Conde, entre otras, formaron este plantel tan importante. Sus destinos estuvieron unidos a los convulsos años que les tocó vivir, las puertas de los derechos individuales y de la libertad se cerraron y, para la reclamación de la igualdad de las mujeres, todavía más.

Marijo Biurrun

1 comentario:

  1. Muy interesante, Marijo. Esas mujeres se organizaron en Madrid pero, en provincias también se hacían amagos de organizaciones de mujeres, aunque no tuvieran tanta trascendencia. Lo que pasa es que no tenían ese nivel.
    PJ

    ResponderEliminar