martes, 22 de marzo de 2011
Samurai
Impasible espera el samurai
el momento de hacerse el harakiri
por lealtad a su pueblo,
enfriando reactores nucleares
envuelto en blanca coraza protectora
en lugar
de empuñar con fuerza la katana
sujeta por el obi a la cintura.
Esta vez no hubo combate
con adversario altivo
ni ayuno previo al lance
ni reto
ni rito.
El enemigo llegó poderoso
arrasando
como la ola de Kanagawa
viva y voraz,
sembrando de cadáveres inocentes
el campo de batalla,
abriendo en canal al Fujiyama
convertido en cubos de cemento
con el vientre lleno de lava letal,
que se diluye en el aire
y deja
sin flores
los cerezos.
Petra-Jesús Bilbao 18/03/2011- Mi homenaje a los japoneses que se están jugando la vida por salvar la Central Nuclear de Fukushima.
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