domingo, 24 de marzo de 2013

Taller de Crítica literaria Abril 2013


EL SEÑOR PRESIDENTE Miguel Ángel Asturias.


Miguel Ángel Asturias (Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 – Madrid, 9 de junio de 1974), precursor del boom latinoamericano de los años 1960 y 1970, recibe el premio Nobel en 1967, por su obra “El Señor Presidente”, una alegoría del poder de las dictaduras centroamericanas, azotadas por el crimen, la intriga, el asesinato impune y la degradación moral de sus personajes , escrita durante su exilio en París, en 1933,

Miguel Angel Asturias crea en “El Señor Presidente” una obra cautivadora en la que expone las más cruel de la opresiones a través de un lenguaje delicado, a veces con humor, cercando el tema de la dictadura con personajes secundarios en la estructura política y convirtiéndolos en sus protagonistas.

No es casualidad que la novela comience en un “patio de Monipodio” con sus mendigos refugiados en el pórtico, espectadores de un absurdo asesinato y una no menos absurda búsqueda del asesino del coronel Parrales.

Esta introducción, con sórdidas escenas que suceden simultáneamente y que se interrelacionan, pues tiende a destruir y marchitar cualquier atisbo de libertad, conecta al lector con los esperpentos de Valle Inclán e, incluso, con la picaresca del Siglo de Oro, utilizando un lenguaje coloquial, pero certero, y creando un ambiente cerrado, en el que no parece pasar el tiempo, acentuando así el carácter de eternidad que para los oprimidos ciudadanos parecen tener las dictaduras

Aunque el autor nunca especifica el lugar donde transcurre la novela, ésta, que ha sido considerada como un profundo estudio del miedo, -porque el miedo es el clima en el que se desarrolla-, hace claras alusiones a Guatemala durante la presidencia del dictador Manuel Estrada Cabrera, quien había llegado al poder en febrero de 1898 .

La novela de Asturias, examina la forma en que el mal se extiende hacia abajo desde un poderoso líder político, por las calles y en las casas de los ciudadanos. Muchos temas, como la justicia y el amor, son objeto de burla en la novela, y escapar de la tiranía del dictador es aparentemente imposible. Cada personaje se ve profundamente afectado por la dictadura y debe luchar para sobrevivir en una realidad aterradora.

La novela es una obra coral en la que Cara de Ángel, uno de los hombres del Presidente, se encuentra atrapado en un amor inexplicable hacia Camila, la hija del general disidente, y que trastoca la jugarreta organizada por la cúpula, convirtiéndolo en una víctima más.

Veiravé acierta cuando asegura que “El Señor Presidente es la alegoría del poder satánico que reina en una represión centroamericana, azotada por el crimen, la intriga, el asesinato impune y la degradación moral de sus personajes”. Se puede considerar tanto novela histórica como novela política. Sin embargo, como describe la autora antes mencionada, no es un documento, ni es una obra que proponga ninguna solución política, por el contrario, la denuncia surge no tanto de sus palabras como de los terribles sucesos que en ella se narran. Y durante toda la novela se percibe el miedo, la deshumanización y el egoísmo en los personajes que la pueblan.

Pese al tema, tan demoledor, la lectura de “El Señor Presidente” resulta apasionante porque el autor es capaz de envolver la miseria con metáforas, alegorías y demás figuras literarias bellísimas, que alivian la crudeza del tema.

Bilbao, 19-3-2013 PJ Blanco Rubio

 

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