lunes, 28 de noviembre de 2011

El Cinturón de la Virgen

En Moscú, dice la prensa, hacen cola los devotos y sobre todo las devotas, durante largas horas del día y de la noche- y con el frío que tiene que hacer ahora en Moscú de noche, madre- para besar el cinturón de María Santísima, que está de paso en la antigua capital de la Unión Soviética. Unas 60.000 personas lo han visitado durante el fin de semana, dicen.

Esta noticia es más que suficiente para constatar que la tortilla está comenzando a voltearse y la sociedad se va a poner patas arriba. Y si no, que me expliquen a mí cómo todo un pueblo ha sustituido, de la noche a la mañana, las colas para visitar la momia de Lenin, tan cetrino él, por el cinturón de María, que tiene un halo poético que ni veas.

Esta gente, criada en la religión del comunismo, ha encontrado el camino cristiano por la vía medieval es decir: las santas reliquias. A estas alturas de la Historia ya no vale la dentadura de san Cirilo, es un suponer, y hay que llegar a las fuentes mismas de la religión.

Parece al Cinturón lo custodian los monjes del monte Athos, en Grecia, monasterio de todos conocido y no precisamente por su faceta feminista y progre. No es de extrañar, pues, que estos santos varones, en misoginia perpetua, conserven como oro en paño un cinturón femenino – será lo único femenino del monasterio-, de la Virgen mismamente, que en este caso es auténtico de castidad, aunque no tenga el formato oficial del de las esposas de los caballeros cruzados. María era casta aun sin candado. Eso no se cuestiona.

Las señoras moscovitas acuden en procesión a pedirle milagros al Cinturón, que un archimandrita- ¡qué bonita, la palabra archimandrita!- enseña en su cajita con taracea de marfiles. Me imagino que tendrán muchas cosas que pedir: que no haya tanta corrupción política; que los mafiosos que controlan la riqueza del país la repartan entre los antiguos obreros del comunismo, hoy en paro; que haya libertad de prensa y opinión; que haya comida para todas las bocas.

Pero lo que yo me pueda imaginar no viene al caso. La noticia dice que las mujeres le piden al Cinturón de María salud, fecundidad y buen parto. Nada de reformas sociales y políticas. Eso parece que no hay dios que lo arregle

La salud se puede solucionar mejorando la sanidad. En cuanto a lo del parto, si es como el de Belén, se quedarán en paro las comadronas. Pero si quieren arreglar el problema de la fecundidad por el mismo procedimiento que la Virgen María, menuda la que le espera al Espíritu Santo.

Tere 27-11-2011

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