Tú me inventas, yo te invento,
al ser viento, en una noche clara
que huele a fresco y no sabe a nada,
el que me recrea, y no sé lo que era.
El viento que la mañana irrumpe
que va ciñéndose el que me conduce
al ser más triste, al ser transparente
eres viento, el que rompe rama.
No se rinde, el viento que suave llega
y con su soplar las flores arrolla
es el que más provoca, con su aire
es solo viento, suave, y en escena.
José Carlos Vélez Calvo - Bdo, 2 de Junio de 2010
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